Natasha Perdomo Bermudez
Astral Projection Series / PAISAJES
Key11” x 14” Acrylic - canvas 2016 | LUZ12” x 16” Acrylic - canvas 2016 | STORM12” x 14” Acrylic - canvas 2016 |
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Luna24” x 18” Acrylic - canvas 2016 | ISLAND12” x 14” Acrylic - canvas 2016 | FIRE16” x 12” Acrylic - canvas 2016 |
Fall12” x 14” Acrylic - canvas 2016 | WATERFALL12” x 14” Acrylic - canvas 2016 | Cave12” x 14” Acrylic - canvas 2016 |
RINCON12 x 16” Acrylic - canvas 2016 | COSTA16” x 12” Acrylic - canvas 2016 |
La Serie Proyecciones Astrales son pinturas, acrílico sobre lienzo de pequeño y mediano formato, que de alguna manera se basa en los estilos modernista de principios tales como el impresionismo, el Simbolismo y el neo-romanticismo.
Natasha expresa su mundo interior desde un punto de vista místico, proyectándose a sí misma como una mujer contemporánea que se enfrenta a un contexto social y emocional similar al que inspiró a aquellos maestros a crear esos impresionantes paisajes. Así, ella se centra en su propia realidad contemporánea, donde sutilmente reflexiona sobre nuestros tiempos caóticos, de engaños y de una política inestable en su entorno socio-económico.
La era posmoderna y la "globalización" que sobrevino trajo consigo nuevos conceptos y herramientas para intentar racionalizar las sociedades desarrolladas. Natasha se enfrenta a los nuevos métodos de control invisibles a través de las herramientas de los antiguos maestros: una profunda espiritualidad encapsulada por grandes masas de color y formas que deletrear una dramática relación contradictoria entre los elementos naturales en medio de una atmósfera sombría. Es precisamente su juego con una gran variedad de matices y tonos de grises cromáticos que le permite crear una pesada sinécdoque de estos tiempos turbulentos que estamos viviendo. A continuación, esa delicada estética del paisaje terrestre y marino, heredó de la pintura que se correlaciona con una narrativa muy actual cristalizada en el arte contemporáneo.
Rafael López-Ramos
Personalmente, no creo que un artista deba explicar o describir su arte. Las obras deben ser creadas, mostradas e interpretadas por cada uno según su propia perspectiva. Sí creo que, un panorama general de las circunstancias y el momento histórico en el que cada artista vive, de alguna manera debe estar representado en su obra. Por lo tanto, hablemos un poco de esos detalles.
Durante años he trabajado el tema de paisaje, enfocando en diversas etapas de mi vida a través de diferentes estilos y con distintos fines.
A finales de la década de 1980 me fui a vivir en Cayo Carenas, una pequeña isla en la Bahía de Cienfuegos, sin agua potable ni electricidad. Pescando en sus costas, encontraba fragmentos de vajillas u objetos que habían sido arrojados allí a lo largo del tiempo. Pregunté a algunos pescadores locales quienes me dijeron que esa pequeña isla, había sido usada hace mucho tiempo por los piratas del Caribe para ocultar y reparar sus barcos. De allí que algunos de esos fragmentos pudieran ser de aquel entonces.
Comencé a investigar sobre el tema, los asentamientos en la ciudad y su historia, que a su vez me fue inspirando a crear obras de arte con una motivación histórica interesante. Desde entonces, siempre he tratado de crear mis nuevos proyectos a partir de una investigación anterior acercándome a la historia, la realidad política, social y cultural de los lugares en donde resido.
Años más tarde también viví en una zona que pertenece a la comunidad nativa, Tsawwassen en British Columbia, Canadá. Aprendí acerca de sus costumbres y formas de vida, las habilidades manuales, tótems y tallas en madera. La vista del océano desde esa zona te deja sin aliento, así como a todo lo largo del Estrecho de Georgia, yendo hacia el norte.
Por segunda vez en mi vida tuve mucha suerte de pecnortar; unos días, en otra pequeña isla con ninguna otra conexión a la civilización que algunos botes que llegan eventualmente a sus costas. La Isla de Valdés es uno de los pocos nombres de exploradores españoles, que aun se conservan en el Estrecho de Georgia. Fue allí que pude ver claramente por primera vez en mi vida, la gigante Vía Láctea, en medio de una oscuridad absoluta e innumerables estrellas, desde la cubierta del barco de velas en donde habíamos llegado. Es un momento único en la vida que me conectó de inmediato con la naturaleza. El paisaje interior y su naturaleza, es un mapa que se mezcla también en otras dimensiones.
Años más tarde, mi esposo y yo vinimos a vivir en Miami. Acabados de llegar, intenté hacer la investigación habitual sobre la historia, los antiguos asentamientos y demás detalles… Una amiga, me detuvo abruptamente en la realidad local.
"Aquí se viene a trabajar -dijo- y si deseas encontrar un buen empleo tienes que empezar cambiando muchas cosas en ti misma: Primero, dejar crecer tu pelo, arreglarlo y teñirlo, arreglarte las uñas y quizás tu nariz, pon un poco de silicona... Tú sabes !!
Entendí de qué manera podía profundizar un poco en la sociedad de Miami y el momento histórico en el que me encontraba. Busqué, leí y decidí incorporar a mis obras elementos de la psicología femenina que son utilizadas por instituciones contemporáneas para manipular la aceptación o el rechazo, según ciertos valores estéticos. El Animas y Animus, el abandono consciente a los impulsos del inconsciente de los arquetipos, según Jung... Asumía entonces conscientemente y liberaba los impulsos del subconsciente, como mujer contemporánea, expresando a través de mi trabajo. Me he negado a aceptar esos reglamentos absurdos sugeridos por una sociedad que sigue viendo a las mujeres como objetos del deseo o como sirvienta, sólo para la limpieza y la procreación.
Desde mediados del siglo XIX se produjo una proliferación de fenómenos sociales, culturales y políticos, generados por sus momentos históricos. La Revolución Industrial aceleró algunos cambios en las vidas de muchos inmigrantes que se vieron obligados a recurrir a otros nuevos espacios y maneras de adaptarse a las exigencias de la nueva era.
Los pintores europeos de la época, transitaron de uno a otro movimiento y estilos, tales como el Neoclasicismo, Romanticismo, Impresionismo y así sucesivamente. Todos ellos con sus diferencias y similitudes, asumiendo una actitud hacia su propia realidad; convulsiva o desesperada, de una resignación pasiva a una creación activa. Dando un vistazo a la quiebra social, o a la esperanza de mejora, en expectativas económicas y alzas del nacionalismo. Un punto de vista variable de ambas alas.
El Romanticismo, entre otras características, expresó el deseo de que su libertad personal, sus pasiones y sus instintos con subjetividad e imposición del sentimiento sobre la razón, recurrencia irracional, la imaginación, el caos, las emociones intensas, el uso del color y la pincelada fundida con ojo subjetivo del mundo objetivo. Entretanto el Impresionismo intentó capturar la luz y el momento, independientemente de la identidad de lo que se intenta representar. Un proceso de creación más profundo, convertido en alma pura, no importa qué es lo que está sucediendo alrededor. El ser humano debe sobrevivir junto a la naturaleza; hacerla hermosa y fuerte.
Retornando al momento histórico de mi actual realidad social, aquí en Norteamérica. Miami, específicamente con la velocidad y convulsión de la industria constructora, haciendo más y más edificaciones, obligando a algunas comunidades a un proceso de gentrificación. Los paisajes y la naturaleza están desapareciendo. Algunos artistas locales, ajustando sus obras a estándares estéticos de acuerdo a los requerimientos del mercado de Bienes Raíces. Rápido y barato. Elaborados conceptos y significados profundos, están desapareciendo como una niebla en un remoto paisaje interno. Asumir la filosofía de Carl Jung donde "conscientemente rendirse a los impulsos del inconsciente" -como artista- proyectar mi estado espiritual, como una mujer contemporanea, que no es un objeto, pintando paisajes imaginarios con el mismo espíritu y emociones que han conmovido a los pintores europeos hace muchos años.
Melancolía, nostalgia de un pasado?... Son reflexiones internas. Creo firmemente que tenemos necesidad de hacer de todo el planeta, no grande de nuevo, sino mejor aún que siempre.
Natasha Perdomo Bermúdez